viernes, 8 de abril de 2011

Baños, cines, saunas, estadios. (Parte diecinueve)

De pronto, una mujer

-También tengo una historia que pasó en el sauna Lucas, en la ciudad de Porto Alegre.- Seguía contando Raul, con el entusiasmo intacto, después de varias horas de charla.

-Como si fuera una música de fondo se oía una radio que acompañaba todo el
puterío que se daba dentro del sauna. De pronto se abrió una puerta lateral, bien en medio de toda la acción, y un hombre salió de allí con baldes y escobas, como para hacer la limpieza del lugar. Pero la puerta quedó abierta y pudimos ver que allí, bien al lado de donde estábamos, había una mujer que lavaba ropa mientras escuchaba la radio.

Una que trae cola

-Un tipo en el sauna Hollywood, sale de un box, y va al sector de duchas, a bañarse claro.- Una vez más, quien contaba una historia, era Raul.

-Pero a medida que avanzaba y mismo estando ya en las duchas, la gente que lo veía se mataba de risa.

El tipo no se había dado cuenta que le había quedado colgando el forro. Del culo, claro.

Jugando a la muñeca

-Estábamos con Joaquín en el For Friends.- Raul cuenta, casi sin darnos respiro.- Y había allí un tipo que se quedaba en la puerta de los reservados con una muñeca Barbie en la mano.

Nos pusimos a mirarlo a ver qué hacía. Esperaba que salga alguien de los reservados y le pedía que le meta la muñequita de juguete en el culo. Muchos no le daban bola, pero siempre aparecía uno que le hacía el favor.

Lo loca rara, cuando tenía la Barbie en el culo, se ponía en un rincón, se agachaba y ‘cagaba’ la muñeca. Y ahí recomenzaba el rito, volvía a la puerta de los reservados, esperando encontrar a algún otro que se la ponga una vez más en el culo.


(Continuará)

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