jueves, 25 de febrero de 2010

Celebrity Bear

Mi amiga Alejandra siempre me dice: “¡Nunca una viola, siempre primer violín! Calmate un poco.”

Hace unos años Álvaro y Marcio, unos Osos amigos de Raul, estuvieron en Buenos Aires y cuando regresaron a Brasil le dijeron: “Estuvimos con Celebrity Bear.” “¿Con quién?” preguntó Raul. “Tu pareja” dijeron los Osos de Belo Horizonte. “Es una especie de personaje del mundo de Osos”. Raul sonriendo, asintió.

Una vez más no pude con mi estrella. Vi que se abría la inscripción para el BBB2 y, como sin querer queriendo –el Chavo dixit- me anoté.

Y sí, estoy ahí, expuesto una vez más.

Pero, se preguntarán, ¿qué es el BBB2?

Inspirado en el célebre concurso televisivo (Big Brother) que desde hace diez años recorre el mundo, el sitio de contactos para Osos de Brasil, www.ursos.com.br, está realizando BBB2 la segunda temporada de Big Bear Brasil (Gran Oso Brasil).

El sitio, que cuenta con unos 30.000 inscriptos, en cada edición invita a todos sus usuarios a participar del juego. En esta oportunidad fueron 800 los anotados. De entre ellos, los responsables del sitio y los coordinadores de las convocatorias de Ursos do Rio, seleccionaron a los 24 finalistas, buscando equilibrar la presencia de participantes de la extensa geografía del país y de los distintos tipos de osos.

Estos 24 jugadores durante tres meses competirán entre sí para ver quién es el Gran Oso de Brasil 2010. Cada semana los participantes responden una pregunta y todos los usuarios del sitio tienen acceso a las respuestas. Además, existe la casa (virtual) que durante las 24 horas del día es visitada por los participantes, que conversan entre sí a modo de chat. El resto de los usuarios del sitio pueden mirar cómo se desenvuelven los concursantes.

El juego tiene un presentador virtual, el Urso Bilau, una simpática caricatura de un Oso. También hay prendas y consignas semanales; el ángel y el diablo, etc.

Al igual que en la versión televisiva, cada semana los participantes mediante su voto mandan al paredón a cuatro de los jugadores y es el voto de los usuarios del sitio el que deja fuera del certamen a dos concursantes por semana.

La novedad es que en esta segunda edición, junto a los Osos, cazadores, parejas y cachorros de Brasil hay un Oso argentino, residiendo en Rio de Janeiro, participando.

martes, 23 de febrero de 2010

Mis ex y yo (cinemaníaco)

Excelsos como Akira Kurosawa.

Exímios como Francis Coppola.

Exuberantes como Pedro Almodóvar.

Exagerados como George Lucas.

Excesivos como David Lynch.

Exaltados como Luis Buñuel.

Extraños como David Cronenberg.

Extravagantes como Pier Paolo Pasolini.

Excéntricos como Lucrecia Martel.

Execrables como James Cameron.

Exhibicionistas como Tinto Brass.

Excepcionales como Peter Jackson.

Excitantes como Quentin Tarantino.

Expertos como Steven Spielberg.

Expeditivos como Woody Allen.

Explícitos como Armando Bo.

Expiatorios como José Luis Cuerda.

Exegéticos como Sergei Eisenstein.

Exhaustivos como Martin Scorsese.

Exiguos como Fabián Bielinsky.

Exquisitos como Sofía Coppola.

Extintos como Charles Chaplin.

Extorsionistas como Roman Polanski.

Extremos como Ken Loach.

Extralimitados como Terry Gilliam.

Extraordinários como Alfred Hitchcock.

Extrovertidos como Guy Ritchie.

Exánimes como Kim Ki-Duk.

Excelentes como Ferzan Ozpetek.

Exultantes como Santiago Segura.

Exacerbados como Clint Eastwood.

Examinadores como Peter Greenaway.

Exasperantes como Eliseo Subiela.

Extremistas como Álex de la Iglesia.

Extraviados como Enrique Carreras.

Extensos como Andrei Tarkovsky.

Extasiados como Federico Fellini.

Exigentes como Maria Luisa Bemberg.

Así son ellos

jueves, 18 de febrero de 2010

Yo soy espía


- ¡No te puedo creer! ¿De espía trabaja?

- Sí, y eso no es lo peor.

- ¿De dónde lo sacaste Nene? Cuidate, hay mucho loco suelto.

- De la línea. Todo el mundo hablando maravillas de la línea y me tenté. El tipo se describía como un gordo, de cincuenta años, peludo y era justo lo que yo buscaba. Claro, que en su descripción no daba algunos detalles.

- Sí, que trabaja de espía. Je, je.

- No, eso vino después. Hicimos contacto por la línea y “alcoyana-alcoyana”.

- ¡Qué antiguo que sos! Peor que el personaje de Francella.

- Sí, se me da por los viejazos. ¿De qué hablábamos? Me colgué.

- ¿Qué fumaste?

- Nada bolas, me distraje.

- De la coincidencia de gustos y búsquedas en la línea y usaste una frase de los ochenta. ¡Antiguo!

- Ah, eso. Había absoluta coincidencia. Claro, me dijo que exigía absoluta discreción porque era casado. Yo le dije que para mi no había problema. Pero cuando llegó empezaron las rarezas. Yo tenía la notebook abierta y la cam conectada. El tipo lo primero que me pide que apague y desconecte todo. Me pareció raro, pero no me importó. Me dijo que nunca se sabía, que no quería correr riesgos.

- ¡Qué paranoia! Bueno trabaja de eso.

- ¿Sigo?

- Dale, no te hagas el misterioso.

- Bien. En la cama todo funcionó de diez. Nos volvimos a ver. Yo siempre tomaba la precaución de tener la compu cerrada y todo desconectado y de a poco el tipo fue largando cosas: por dónde vive, cómo está conformada la familia, los problemas de guita y eso.

- Te contó de su vida como los tipos casados les cuentan a las putas.

- Y sí, soy bastante puta, pero nunca me lo habían dicho así. Ja, ja.

- ¡Cómo estamos hoy! Al final, cuándo te dijo de qué trabajaba?

- Esperá que hay algo antes. Un día mirando perfiles en una página de contactos de Osos veo un tipo lindo. Abro el perfil y casi me muero de risa. El tipo era de zona norte y se había sacado una foto en un bar que tenía una terraza al río. El tipo, el del perfil, estaba solo, con una cerveza, mirando bien a la cámara, muy seductor. De repente miro todo el contexto de la foto y en la mesa de atrás ¿quién está, sentadito con su esposa y dos cafés humeantes?

- ¡El espía!

- Sí. Me dio mucha risa. Cuando vino la siguiente vez a casa, lo esperé con la notebook abierta y en la página donde estaba su foto. El chabón no lo podía creer. Si bien el perfil no era de él, le mostré como cualquiera en pocos minutos podía bajar la foto y cortarla para usar la parte donde se lo veía a él, con el río de fondo y armarle un perfil. Estaba como loco.

- Nene, resumí, que tengo mil cosas para hacer. Cuándo te contó que hacía?

- Un día me pasó a buscar a la salida del trabajo y me preguntó si podía acompañarlo que se había atrasado con unos clientes. Yo no tenía inconveniente. Recorrimos unos tres lugares en diferentes puntos de la ciudad y en cada uno le daban bolsas de residuo negras llenas y cerradas de modo muy prolijo que guardaba en el baúl de su auto. Entonces me contó que de muy joven, cuando el padre murió, heredó su puesto en una repartición del estado, que no era otra que la SIDE. Me dio miedito. Le pregunté si seguía trabajando allí y me dijo que no, que había trabajado unos años y luego había renunciado hacía como veinticinco años. Después había trabajado de varias cosas, vendedor y hasta en un supermercado. Y que hacía unos años, con su esposa, se dedicaban al espionaje, que juntaba los residuos de papel de las empresas competidoras de las empresas para las que él trabaja. Tiene todo armado. Llega a las empresas que le interesan con una carta de recomendación de un colegio que junta papel para reciclar – ¡la carta es real! El colegio existe y junta papel para reciclar -, las empresas le separan todo los residuos en papel y de ahí saca información que les vende a sus clientes. Me contó que una vez hasta el borrador de un balance encontró. Él lo organiza como informe y lo vende.

- ¡Qué loco! De película. Pero el tipo ¿es bi o un gay no asumido?

- Hasta que lo conocí yo pensaba que todos los que se casaban y le gustaban los hombres eran no asumidos. Con este confirmé que la bisexualidad es bien diferente. Para que te des una idea. Un día íbamos caminando del auto a mi casa y se llevó por delante un poste por mirar una mina que cruzamos en el camino. Las veces que viajé con él en auto solo miraba y hacía comentarios de minas. Y te puedo asegurar que le gusta la pija más que el dulce de leche.

- ¿Pero siempre le gustaron los hombres o empezó de grande?

- Me contó que comenzó a andar con tipos de pibe. Después se casó; mientras estuvo casado no andaba con tipos. Pero después de unos años se separó. Ahí se volvió a vivir a su barrio de infancia y se cruzaba todas las tardes en el bar de la esquina con la barra de amigos. Entre ellos estaba uno que desde que él era pibe, todos decían que era el puto del barrio, pero él nunca había hecho nada, para evitar cualquier sospecha en el barrio. Una noche se encontraron en una whiskería del centro de aquellas de los setentas, y el tipo lo invitó a la casa. Fue. Se vieron un par de años y después se volvió a casar y dejó de frecuentar hombres como por diez años. Una noche, en el casino, veinticinco años después se encuentra con el gay del barrio, que ya entonces era un tipo grande y ahora era un anciano, sentado en la misma mesa de punto y banca.

- El espía se quería matar, me imagino.

- Sí. Primero le entró pánico, Él estaba con la esposa y no tenía idea que inventar si el viejo decía algo. Bueno, pero vos me dijiste que tenías cosas que hacer y te estoy entreteniendo.

- No seas pelotudo. Contá como terminó. ¿La marica vieja dijo algo?

- No. La marica vieja es un caballero, o una dama, como prefieras. Con la mirada le dio a entender que lo conocía pero no hizo ningún comentario. Zafó.

- Tuvo suerte. Le podría haber tocado una marica mala.

- Sí, también. ¿Qué loco no? Vivir espiando a los demás y no querer que tu imagen sea vista; vivir una doble vida y en el lugar menos pensado poder quedar expuesto delante mismo de quién más quería ocultarse, que tu trabajo consista en cagar a los otros metiéndote en sus vidas y robándoles información …

- Nene, ¿seguís hablando de tu espía?

jueves, 11 de febrero de 2010

La tía descarriada

Claro, cómo no me voy a acordar, si fue una de las primeras personas de las que me hablaste. Y siempre buscabas una excusa para hablar de ella, con admiración, con orgullo de tener un poco de sangre de ella, aunque a veces disimulabas y enumerabas sus extravagancias para tratar de equilibrar. ¿Y qué si en los últimos años de su vida se le dio por vivir con treinta perros y una docena de gatos? Ella que era de familia bien y se había casado bien, con aquel hombre de buena posición, pero eligió perder todos los privilegios, terminar con aquel matrimonio fingido, para vivir lo que ella entendía que era su vida. Sí, me contaste, me contaste de los comentarios por lo bajo -y no tan bajo- de toda la familia. Que decían que se había vuelto loca, que no solo había dejado a su esposo -de mucho dinero-, sino que ahora salía con hombres y mujeres por igual. No, ves eso no me lo contaste. Sabía que ella fue tu única confidente cuando a los veinte años la buscaste para hablar de lo que te pasaba. Que no tenías a nadie con quien hablar que te permitiera tenerla o tenerlo como referencia, porque estaba tu amiga, la que hizo la secundaria con vos y sabías que ella era lesbiana y ella sabía que vos eras homosexual, pero necesitabas alguien que te pueda decir algo un poco más desde afuera, un poco como una madre o un padre, y ella era los dos. Pero nunca me contaste que a los veinte años te quisiste matar, porque te habías enamorado por primera vez y Carlos te propuso que fueras el tercero en su pareja con José, y sentiste que eras el juguetito de ellos, el pibe, la carne fresca para los dos veteranos. Y vos te enamoraste de Carlos y para él eras solo uno más que podía jugar de visitante, pero no de local. Ves, a veces no te entiendo. Te guardas muchas cosas. Eso, no lo sabía. Aunque de ella me hablaste mil veces –y yo te decía que no tenías que olvidarte la pastillita verde, la de la memoria-, repetiste tantas veces algunas historias y eso no lo mencionaste. Y se te juntó lo del enamoramiento no correspondido con el desprecio de tu padre y esa sensación de ser diferente y no encajar en ningún lado. Y estar cursando una carrera que no te gustaba y que la cursabas porque te obligaron tus padres y no podías ni siquiera estudiar lo que querías, porque esa carrera que habías elegido no era de las que daban prestigio y, mucho menos, dinero. No habías podido hablar tampoco con nadie cuando aquel vecino al que te confiaron tus padres, el muchacho que te llevaba a judo y vos tenías ocho años y él diecisiete, te violó. Y habías llegado a los veinte y sabías que solo podías enamorarte de un hombre y eso –salvo a tu amiga del colegio- no se lo podías decir a nadie. Y cuando te enamoraste, todo mal. Y ahí estuvo la tía descarriada, a la que no le importaba el “qué dirán”, porque ella sabía “que dirán, cuando lo digan” y se reía fuerte, con todo el cuerpo, con el alma libre, la mirada aguda y el gesto desafiante. Y ahora es tarde y te sentís mal, triste, abatido. Me decís que si no fuera por ella, por su oído para escuchar lo que te pasaba, por su palabra para sacarte del pozo, es posible que no hubieras llegado hasta acá. Gracias a ella, que siempre fue despreciada, criticada, condenada, -bah, siempre no, después que dejó al marido con plata-vos seguiste tu camino. Ahora se te nubla la mirada cuando recordás sus constantes llamadas telefónicas para saber si vos estabas bien, durante años. Se te quiebra la voz cuando la evocás. Y yo no encuentro las palabras para sostenerte. Porque ella se murió, y vos no la viste en los últimos años y te pesa. Y me decís que lamentás no haber estado más cerca de ella en su vejez. Balbuceo una tontería, el mismo lugar común ante cualquier muerte y no me animo a mirarte a los ojos para no llorar con vos. Y el viento viene en mi ayuda y mueve las cortinas y aprovecho la distracción para cambiarte de tema y el día pasa.

sábado, 6 de febrero de 2010

Anónimo

“Qué nos dirán pór no pensar lo mismo, ahora que
No existe el comunismo.”
(León Gieco – Los Sarlieris de Charly)
“Las cuatro puñaladas de esos cuatro
delincuentes”
(Roque Narvaja – Mienten)

Te dije que no dejes de hacerte ver por tu “problemita” y no me hiciste caso.
Ahora es tarde. Todos los que siguen el blog (y no leen los comentarios) van a saber que sos un pelotudo absoluto, categoría a los que pocos llegan (está bien, la idea la robé de El secreto de sus ojos, cuando Darín hace un listado de diferentes tipos de pelotudos, pero bueno nadie es perfecto). Y vos estás en el cenit de los pelotudos y el nadir de la gente respetable.
Mirá: si te fijas bien este blog lo visitan unas cuantas personas, algunas por curiosidad y cuando ven que no es lo que esperaban, no vuelven; otras porque les gusta lo que encuentran, disfrutan y dejan sus comentarios. ¿Será que vos no podés dejar de leerme? Según tu propia definición venis a ser “uno de los maricas que me leen”, porque si escribo para que me lean maricas y vos me lees... Te aviso, por si no te diste cuenta. Y como en todos lados, hay maricas buenas y maricas malas. Incluso maricas muy estúpidas, envidiosas y frustradas.
Además, como dirían los juristas, a admisión de culpa, relevo de pruebas, vos me pedís que te chupe la pija, es decir que te calienta que otro hombre te la chupe. No podés ser más marica. Yo cuando encaro otro tipo trato de seducirlo de la manera más inteligente. Y pedir que te chupen la pija de primera, es de desesperado, de mal atendido.
¿Te caliento por viejo, gordo y feo? Qué buen morbo. Tendría que escribir sobre eso.
Además te ocultás en la cobardía de tu nic “anónimo” y dejás huellas.
“Non sanctas” es una expresión que solo usan los retrógrados deformados en su pensamiento por la maldita iglesia católica. ¿Sabés cuántos curas mientras cogíamos me hablaban en latín? Ah, ¿no sabías? A los curas les encanta coger menores. Yo tenía 17 cuando cogí con el primer cura (sí, primero, después hubo otros): para él era delito; y yo que en esos años era “creyente”, me confesé con otros curas. Y nadie lo denunció por corruptor de menores.
Hoy esperaría que si un adulto responsable toma conocimiento que otro adulto comete un delito con un menor lo denuncie, ¿no? Pero la mierda de la iglesia católica a los abusadores los premia. ¿No leíste del arzobispo que se cogía a los seminaristas en la provincia de Santa Fe y vive retirado en una lujosa casa de campo en Córdoba y sigue cobrando su sueldo de obispo del estado Argentino?
Contra natura (te pisaste otra vez). Contra natura es explotar a los otros como lo viene haciendo la iglesia católica desde hace mucho tiempo. Contra natura es juzgar a los otros por su vida privada (de internis non iudicat eclessia, debieras saberlo). Contra natura es ser cómplice de genocidios y dictaduras, como la iglesia es. Contra natura es apoyar el nazismo como hizo el vaticano. Contra natura es matar a tu propio papa por cuestiones económico-políticas. Contra natura es deformarle la cabeza a millones de personas con mentiras. Contra natura es perseguir a las mujeres durante siglos por temor a que ocupen su lugar en la sociedad, lugar de real importancia en la sociedad civil y que la iglesia le niega.
Hablás de ser normal, y que yo no lo osy. Según la Real Academia, Normal: lo que se ajusta a la norma. Dicho de una cosa: Que, por su naturaleza, forma o magnitud, se ajusta a ciertas normas fijadas de antemano. Norma: Regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades, etc. Regla: Aquello que ha de cumplirse por estar así convenido por una colectividad. ¿Entendés tontito? Lo normal no es natural. (Tendría que explicarte que ya no queda casi nada natural, pero es muy complejo para tu mente infantil, que necesita que le digan qué hacer a cada paso.)
Me das trabajo “anónimo”. Como no te diste cuenta, te explico: mi nic (al que acompaño con mi nombre real), el de gordo puto, amén, es una declaración de principios y una provocación. Vos no entendiste la primera y caíste en la segunda.
Ahora te tengo que responder. A vos, que como dicen otros comentarios: das pena, das asco, das risa, aburrís. (¿Será que ya nadie quiere visitar tu blog y salís a molestar a ver si conseguís llamar la atención? ¿O te morís de envidia de la vida que llevamos otros porque no tenés bolas para vivir la vida que te gustaría vivir? Es lo que dejan ver tus comentarios, y eso que lo mío no es la semiótica. (Imaginate el festival que se haría leyendo tus comentarios un profesional en interpretar discursos).
Mi declaración de principios es que puedo ser lo que quiera porque soy una persona libre. Y si quiero estar de orgía todo el año no le debo explicaciones a nadie. Mucho menos a vos, que no tenés la dignidad de sentirte orgulloso de quien sos y te ocultás en el anonimato. Y que frente a una sociedad que discrimina por orientación sexual y por exceso de peso, yo me reivindico como tal.
No necesito ocultarme para ser yo mismo.
Finalmente, como dicen algunas respuestas a tus lamentables participaciones en este blog, espero que dejes de molestar. Que dejes vivir a la gente en paz.

lunes, 1 de febrero de 2010

Expuesto

Muchos me han comentado – o preguntado- el por qué de tanta exposición. Siempre respondo que la intención –la mía- es que otros conozcan lo que yo descubrí y me hizo bien: que existe un universo donde hombres robustos, de barbas y panzas, sin importar la edad y/o la condición social se encuentran y la pasan bien, o conocen a otros que están en su misma situación y hasta encuentran el hombre de sus vidas.
Muchas veces la exposición – mi auto exposición- fue voluntaria, pensada y decidida en ese sentido. Al aceptar entrevistas en medios gráficos, radio y televisión, sabiendo que mi imagen aparecería en un informe gay. Y hasta participando con gusto de hechos que hablan de nuestra diversidad, como cuando modelé para un libro de fotos de Osos, o cuando modelé para el desfile contra la discriminación organizado por Roberto Piazza y el INADI, o cuando Richard, de la red social de Osos de Mendoza me pidió autorización para ilustrar el home de su página con una de mis fotos.
Pero hubo tres oportunidades en que terminé siendo literalmente expuesto, sin saber yo que lo sería. Las tres veces fue en el mismo contexto, y lejos de molestarme, me alegró.
Al cumplir diez años de vida, con el club de Osos de Buenos Aires organizamos una exposición de arte, que se realizó aquel octubre-noviembre de 2007 en Casa Brandon, en el barrio de Villa Crespo de la ciudad de Buenos Aires. Seis artistas se sumaron para mostrar sus trabajos: dibujos, pinturas, intervenciones y fotografías. Grande fue mi sorpresa cuando entre los trabajos de Max –fotos- me vi en una de ellos, perteneciente a una serie que habíamos hecho para ilustrar la difusión de un evento del club.
Un año después, en el mismo contexto, pero esta vez en nuestra casa –la de los Osos de Buenos Aires- una foto hecha por Fernando(el Koala) en la que estoy en el aire, antes de caer a la pileta, formó también parte de la muestra. Como en la vez anterior, no tenía idea y me alegró igualmente.
La muestra de 2009 fue diferente. Un artista –socio del club- presentó doce trabajos en dibujo y pintura para conmemorar los doce años del club. Una vez más, para mi sorpresa me vi en uno de los trabajos. Ernesto nos había pedido autorización, a Raul y a mí, para reproducir una de nuestras fotos. Habíamos respondido que sí, pero sin saber que el trabajo terminaría colgado en la muestra que se pudo ver durante un mes en la casa de los Osos de Buenos Aires.