El seminario mayor San José de la ciudad de La
Plata, como ya quedó dicho en este blog, albergaba una constelación de
seminaristas bastante difícil de describir. Y también de curas.
Había, en aquellos años, un seminarista español
que hablaba muy como gallego recién bajado del barco para nuestro oído
argentino, con ese acento tan marcado y sin hacer el más mínimo esfuerzo para
hablar como uno más de nosotros; sin intentar argentinizarse en lo más mínimo.
Durante el tiempo que pasábamos en el seminario,
de domingo a la noche a sábado por la mañana, no podíamos salir a la calle;
salvo que tuviéramos un motivo valedero: ir al médico, hacer alguna compra imprescindible
y esas cosas. Pero en realidad muchos salíamos todo el tiempo para hacer
cualquier otra cosa, como ir al cine, a comer pizza, o visitar amigos, o
comprar discos y libros, etc.; muchos salían a ver a sus amantes.
¡Epa! ¿Tan así? Se preguntarán algunos. Sí, tan
así. Había un gordito de lentes gruesos, al que llamábamos con el nombre de un personaje
gordito de dibujos animados argentino. Salía a ver a su amante y lo gracioso es
que la amante lo traía en su auto de regreso al seminario. Sí, así, como si
fuera lo más natural del mundo.
El tema no era ganar la calle, eso era sencillo, el
tema era el regreso. La puerta principal siempre estaba sin llave, pero solo se
podía abrir por dentro. Entonces el que volvía tocaba timbre y rezaba para que
el que abriera fuera un compañero seminarista que pasara cerca de la puerta de
entrada, y no, uno de los padres superiores.
Bueno, una noche el español, que se había ido
vaya a saber con qué excusa, vuelve al seminario muy tarde y bien borracho. El
timbre sonaba solo en la portería, planta baja, pero justo debajo de los
dormitorios de los curas que se ubicaban en el primer piso. El español, sin
noción de la hora que era, por la borrachera, comienza a tocar timbre; por la
hora, ya entrada la madrugada, nadie estaba cerca y ante la falta de respuesta
comienza a tocar insistentemente. Finalmente despierta al vicerrector, al nunca
bien ponderado Chili, que tenía la habitación justo arriba de la portería y
que, por problemas de insomnio, tomaba pastillas para dormir que bajaba generosamente
con whisky y además, como también ya quedó dicho en este blog, era de los
fanáticos obsesionados por evitar que hubiera sexo, allí en el seminario.
El cura, en pijama y todo despeinado, baja, le
abre y, con la bronca de haber sido despertado, comienza a retarlo por la hora
en que llegaba y el estado en que se encontraba. Le gritaba: “Esto no es un
hotel, che. No señor. Sepa que la función no comienza cuando usted llega. Acá
hay que cumplir horarios. Yo estaba durmiendo y usted me despierta en medio de
la noche. ¡Y llega borracho!”
El gallego, bajo el efecto de la borrachera, lo
mira y le dice: “Hombre, si a usted no le
place su trabajo, pues que lo coja otro”. El cura, un poco dormido, por
las pastillas y el alcohol, pero muy loco con el tema del sexo, le responde: “¡No,
che, acá nadie se coge a nadie!”
El gallego lo miró al cura, primero sin
entenderlo y, luego, comenzando a reír a carcajadas cuando entendió el equívoco
en que había incurrido el obsesionado sacerdote por el uso del lenguaje tan
diferente entre argentinos y españoles.
La anécdota circuló en el seminario hasta el
cansancio. Sobre todo entre aquellos que teníamos un secreto que otros no
conocían o no querían admitir que se podía conocer.
10 comentarios:
Devido ao meu fraco espanhol perdi o TIMMING da piada, mas acho que a entendi.
Hola Franco!"volvide" jeje....no me estaba respondiendo el blog en estos días....bue, pa'decirte que me recago de risa de tus "célibes" cronicas jaja.....
Cómo dice Galeano:
El catecismo me enseñó, en la infancia, a hacer el bien por conveniencia y a no hacer el mal por miedo. Dios me ofrecía castigos y recompensas, me amenazaba con el infierno y me prometía el cielo; y yo temía y creía.......
Ya no creo, pero se ve que sigo temiendo porque creo, cuando me apreta "la mala".
Te dejo un beso o un beijo, y ya que andamos.. un dios te salve, que nunca está de mas! jua! ;)
Amigo Paulo, a piada está na palavra “coger”. Para os espanhóis significa uma coisa e para os argentinos, outra. O espanhol da historinha diz “coger” querendo dizer: “que dê lugar a outro”, para o padre argentino estava dizendo “que você seja comido”.
Beijos.
Lucia gracias por pasar y comentar.
Gracias por estar siempre!
Cuánta sabiduría tiene ese Galeano!
Me quedo con el beso y dejo ahí el dios te salve (por si alguien lo necesita).
Beijos para você.
Me encantó y me quede a reír con la imagen del vicerrector peleando con el español. Se confunde religión con fe que entiendo ser una cosa más grande que teoría teológica o conceptos más humanos que divinos.
Creo mismo que esta satanización del sexo que una grande parte de las religiones tienen se deba más a un temor de que el patrimonio santo sea dilapidados por hijos o mujeres do que por considerarlo como algo sucio, pecaminoso todavía, y ojalá no me entiendas mal, uno que es gobernado solamente por su sede carnal no puede efectivamente comprender instancias más elevadas, que te parece?
Hay que haber un equilibrio.
Religión y fe! Qué tema amigo Melo!
Cuando yo estudié teología entendí (no quiere decir que sea necesariamente así) que la fe es definida por las religiones.
Pensemos que el hombre lleva un proceso de evolución de unos 4 millones de años y que la presencia de lo divino aparece en la historia de la humanidad hace unos 20 mil años.
Entonces, concluyo yo, es una construcción cultural. No es algo que haya acompañado al ser humano siempre.
Los católicos definen la fe a su manera (adhesión a la persona humana-divina de Jesucristo) y cada religión define la fe a su medida.
Si el ser humano pudo vivir 3.980.000 años sin diosos, tal vez pueda seguir viviendo sin ellos de aquí para adelante.
Pero cada uno es libre de hacer lo que más le place (o lo que puede)con su vida. Si quiere tener fe, que tenga fe.
La satanización del sexo es más complejo que el solo hecho de los bienes materiales. En los curas católicos se optó (no hace más de mil años) por el celibato para preservar los bienes de la iglesia. La satanización entre los jóvenes (y esto tiene que ver con la entrada El padre confesor) tiene que ver con una herramienta de control y manipulación de aquellos que entran a esa religión como fieles.
Y finalmente creo que voy a discordar en el último punto. Yo no diferenciaría lo carnal de lo espiritual. Somos espíritus encarnados. Lo uno presupone lo otro. Y yo me considero un ser absolutamente carnal (en todo su sentido, incluso sexual) y abierto profundamente a lo espiritual.
Gracias por tus comentarios!
Fuerte abrazo!
Jajajajaja
muy divertido!
Jorge
Gracias Jorge.
Franco un placer leer tu blog, y respecto al tema de lo que uno cree que pasa y que realmente es; a mi me ha pasado.
generalmente cargamos emocionalmente una anécdota simple y parece que te hubieses comido al mundo, quizás a otro le pasa y no le parece tanto.
otro tema es que el tiempo todo lo acrecenta, lo que fue una linda poronga, pasa a ser un caño de desagüe, y si por alguna casualidad uno se vuelve a cruzar con la persona, se sorprende y piensa, será el mismo o me comí a su hermano gemelo, o peor, se le achicó. ja ja ja
un gran abrazo, enrique
Enrique:
Gracias por pasar por el blog y comentar.
Efectivamente, la percepción de lo que nos pasa va cambiando con el tiempo.
Fuerte abrazo!
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