viernes, 5 de octubre de 2012

Ejemplos y consejos



Estaba una de estas tardes de calor carioca conversando con amigos, de todo y de nada,  cuando uno de ellos, sin ponerse colorado, afirma que escribe en un sitio de internet donde se dan consejos para adelgazar.

¿Por qué tendría que haberse puesto colorado?  ¡Qué buena pregunta! Es que ustedes conocen mi preferencia por los gorditos… Y no es que no pueda ser amigo de personas delgadas; de hecho tengo montones de amigos y amigas delgadas. Pero no era ese el caso.

Ante su afirmación yo no conseguí contener una sonrisa socarrona. “¿Qué pasó?” preguntaron mis amigos a coro. “Nada, me acordé de una picardía.” Respondí recurriendo al dicho. Y en realidad estaba pensando en cómo esa frase, dicha como al pasar, terminaría en este blog.

Es que cuando –por varios años- fui amante de un cura y él, frecuentemente, se ponía a sermonear, dando moralinas  por la situación que fuera, yo lo miraba serio, por sobre los anteojos, como preguntándole: “¿qué estás haciendo?”

Entonces él, continuando con su discurso, sin volver a mirarme, incluía la frase que yo ya conocía de memoria: “Entonces, como no puedo dar buenos ejemplos, me conformo con dar buenos consejos”.



10 comentarios:

Another dijo...

Curti bastante!

Marco ByM dijo...

Curti bastante o post

Osofranco dijo...

Obrigado Another!

Abraço!

Osofranco dijo...

Oi Marco, obrigado por passar e deixar seu comentário.

Beijos!

electrochongo.com dijo...

muy buena anècdota

Osofranco dijo...

Gracias Juampi!

Un gusto tenerte por acá.

Abrazo!

Anónimo dijo...

Veo que te has destapado con las anécdotas, para regocijo de los que te seguimos, esperamos más!!!
Sergio

Osofranco dijo...

Gracias Sergio!

Tengo algunas más ya escritas y otras madurando para volverse texto.

Gracias por pasar siempre.

Abrazo!

gorzila dijo...

hola, muy divertida tu anecdota, asi somos los seres humanos contradictorios jeje, muy buen blog, un saludo

Osofranco dijo...

Gracias Gorzila!

Y sí, así somos...

Abrazo!