miércoles, 5 de agosto de 2009

Escribir

Durante años me sugirieron que escriba relatos contando anécdotas que había protagonizado a lo largo de mi vida. Aunque muchas veces lo intenté, siempre llegaba a la misma conclusión: no soy escritor.

Soy lector. Disfruto leyendo casi todo, especialmente aquellos escritores que pueden darle belleza a lo que escriben. Desde chico leo mucho, novela sobre todo. Hace algunos años llegué a esta nueva forma de literatura que son los blogs. Allí descubrí autores incríbles. Creo que fui afortunado. El primer blog que leí fue Putoyaparte, de Xtian, y de allí directo a Orsai, de Hernán Casciari. No podía comenzar mejor. Después leí muchas cosas, algunas muy buenas, otras no tanto, otras que no merecen comentario.

Pasados algunos años me proponen escribir, para darle formato de libro, mis experiencias de mis años en el seminario donde estudiaba para ser cura y mis historias desde que ingresé a un club de Osos, en Buenos Aires. Lo hice, y constaté que mi escritura está lejos de los escritores que admiro. Sin embargo, escribí. Y me sentí orgulloso.

Invencible Vulnavia, el blog de Diego Treretola, me vuelve a poner sobre la tierra. Cuando el libro esté disponible y circule, los lectores -si los hubiera- serán los que podrán dictaminar si valió la pena enfrentarse a un texto que se autonomina como un insulto revertido.



Hasta pronto.

No hay comentarios: