miércoles, 4 de mayo de 2011

Secreto de confesión

- Hola Nene.
- Hola, ¿todo bien?
- Todo en orden. ¿Por ahí?
- Bien. Extrañando el fresco del otoño.
- Y el otoño al ver caer sus ojos, llega hasta a mí y me moja con su llovizna gris… - me canta Sergio desde Buenos Aires por Skype.
- No podés cantarme Ginamaría, ¡pelotazo!
- Vos mencionaste el otoño y me vino eso a la memoria. ¿Qué querés? ¿Por qué extrañas el fresco?
- Hoy salí temprano, a eso de las siete y media de la mañana. Y ya hacía 25 grados. Ahí me cayó la ficha que estábamos en medio del otoño y que íbamos a tener otro día de 30 grados…
- Bueno. Acá está fresco.
- Toda mi envidia.
- Si no querés que te hable del tiempo, ¿qué querés? ¿que te hable de política?
- Prefiero.
- Acá siguen gobernando los peronistas. ¿Querés más?
- Estoy al tanto. ¿Y?
- ¿Te parece poco?
- Tan mal no le va al país. ¿No?
- No. Pero son peronistas.
- ¿Y está mal eso?
- Ya sabés. Los peronistas no son ni buenos ni malos.
- Sí, sé. Incorregibles. Decime, ¿estás siguiendo lo de los juicios a los represores?
- Un poco, ¿por?
- No, nada. En estos días leyendo algo de los juicios en Argentina, de todos los represores, torturadores y apropiadores que están siendo condenados; viendo que el tema vuelve a ser noticia en España, por los chicos robados por la dictadura fascista durante el franquismo y que acá también, en Brasil, vuelve el tema con la posibilidad de que se revise lo actuado por la dictadura del 64 -hasta hay una novela en televisión abierta que cuenta sobre los años de represión-, me acordé del cura cuando me contó lo del represor.
- ¿Qué te acordaste? ¿Qué te contó?
- Fue raro. Viste como se dice siempre que en la cama de las putas los tipos siempre cuentan cosas que se supone que son secretos importantes. Bueno, una vez yo (que venga a ser la puta) estaba con el cura, en la cama, después de un buen sexo y me larga así, sin anestesia: que había sido llamado por un tipo para ir a hablar a su casa, que vivía cerca de la parroquia. Ahí el tipo se despacha con que durante la última dictadura había sido parte del aparato represivo. Que había torturado y que sabía de varios chicos apropiados. Y ahora –entonces- estaba muy perturbado.
- ¿Y vos que le dijiste? Te conozco…
- Sí, lo que te imaginás. Que tenía que denunciarlo. Pero igual, aunque accediera a hacerlo, no iba a servir de mucho, ya estaban vigentes las leyes de punto final y obediencia debida. Además, él de ninguna manera iba a violar el secreto de confesión. A pesar de todo, seguía creyendo en que estaba haciendo lo correcto. Aunque parezca mentira hace un par de semanas, en Facebook, un par de trogloditas en un artículo periodístico que posteé sobre chicos robados por la dictadura, comentaron que ellos creían en la teoría de los dos demonios y barbaridades por el estilo. Habrá que esperar que se escriba la verdadera historia, y superar la mentirosa versión de los poderosos que siempre quieren cambiar la historia para que les juegue a favor.
- ¿Te parece que es tan así, Nene?
- Mirá, en el antiguo Egipto, cuando un gobernante caía en desgracia, el que lo sucedía, hacía borrar a martillazos los jeroglíficos que mencionaban el paso del depuesto. De ahí en adelante, imaginate. ¿Te acordás de cuando en Argentina no se podía hablar del “tirano prófugo” o a Evita se la llamaba “esa mujer”? ¿Y de Garzón te acordás? El juez español que sentó en el banquillo al hijo de puta de Pinochet. Ahora él es el juzgado por meterse con la guerra civil española, el franquismo, las desapariciones y el robo de chicos…
- Nene, ¿no será mejor dejar todo eso para atrás?
- No. Los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla. Y tanto en Argentina, Brasil, España o donde sea, los que violan las leyes de la democracia, los torturadores, desaparecedores y apropiadores de chicos tienen que ser desenmascarados, juzgados y condenados, aunque sean los dueños del poder, como la Herrera de Noble de Clarín.
- Bueno Nene. Te dejo. Hoy estás para el discurso de barricada.
- ¿Te parece? Y yo que ya estaba por empezar a cantar “El pueblo unido jamás será vencido”, versión Quilapayún: De pie, cantar, que vamos a triunfar. Avanzan ya banderas de unidad…
- Chau Nene.
- ¿Tenés que cortar? Justo ahora que te iba a hablar de la Trile A de Argentina, del Comando de Caza a los Comunistas de Brasil y del Grupo Antiterrorista de Liberación de España …
- Cuidate.
- Beso.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustó tu blog. Interesante.
César

Osofranco dijo...

Gracias,
bienvenido.

Franco

Anónimo dijo...

Llegué a este blog por las historias de los baños. Me pareció muy buen trabajo de recopilación. Y me gustaron las historias un poco sórdidas, la verdad.
Este post tiene mucha bajada de línea y poco puterío. Igual, voy a volver para ver cómo sigue.
Saludos, Alejandro.

Osofranco dijo...

Hola Alejandro,

gracias por pasar y comentar.

Y sobre el post... es lo que hay.

Saludos.

Anónimo dijo...

linda historia Franco. Sea real o ficticia, la complicidad civil e institucional es innegable, especialmente de la iglesia
un abrazo
boris

Osofranco dijo...

Todo real: lo de la confesión en la cama del cura, lo del torturador que le hizo la confesión, la falta de denuncia del cura...

Gracias por pasar Boris,
abrazos.