lunes, 9 de agosto de 2010

La vida es sueño

En mi sueño, durante el tiempo que me requería escribir esta crónica, yo era Diego Trerotola , y lo era para poder escribir como los dioses – como solo él sabe hacerlo- sobre Jorge Luis Borges y el cine . Pero yo no sabía que, en realidad, estábamos en el sueño de Raul –el hombre de mis sueños- donde Diego y yo nos confundíamos en uno, para su placer y alegría.
Fuimos el sábado por la noche, con Raul, a ver Inception (El Origen), la nueva película de Leonardo Di Caprio (¿o debo decir la nueva película de Christopher Nolan?), porque el grupo más lindo de Osos de Río de Janeiro se juntaba para verla el día siguiente al estreno y no quisimos privarnos de ese privilegio. Yo sabía que a Raul difícilmente le gustaría y no estaba muy seguro que a mí me convencería, pero ser parte de la manada de Osos que irrumpen en el cine del shopping de Botafogo, era una tentación muy grande, y allí estuvimos.
Solo sabía sobre el filme lo que el tráiler mostraba: que algo sucedía en sueños. No estaba preparado para ser testigo de un robo tan descarado. Porque si alguien menciona a un hombre que es soñado por otro y que éste a su vez es soñado, nadie duda en citar Las ruinas circulares de Jorge Luis Borges (Ficciones, 1944). La primera escena del film nos muestra a Di Caprio solo en una playa, sin que sepamos cómo llegó allí. El cuento mentado comienza con la frase: Nadie lo vio desembarcar… ¿Coincidencia? De ninguna manera. Toda la película es una sucesión de imágenes que hacen referencia al cuento en particular y a la obra en general del escritor que durante treinta años fue candidato al nobel de literatura y nunca lo recibió. Y sin embargo, en los créditos, al final de la película, dice “escrita por Christopher Nolan”, ni siquiera decía –parafraseando al popular conductor radial argentino, Mario Pergolini, creador de CQC-,”este es un guión escrito a libro abierto”.
Y el producto en cuestión (la película más promocionada del año) no es otra cosa que una constante cita al escritor que Umberto Eco homenajeó en su primera novela, El nombre de la rosa, dándole el nombre de Jorge Luis al cuidador ciego de la biblioteca laberinto, lugar donde todo lo importante de la novela sucede. La diferencia está en que, mientras Eco es un confeso admirador del polémico poeta ciego, Inception no menciona nunca al escritor. Sin embargo toda la cinta es una sucesión de guiños: O ¿a quién hacemos referencia cuando citamos laberintos, tótems, espejos, sueños dentro de sueños, un hombre que duerme como principal propósito en su vida, etc.? ¿Es casual que el protagonista cuando debe huir elija Buenos Aires como destino?
Tal vez el chiste más divertido del filme sea el del leitmotiv que saca del sueño a los protagonistas: la perfecta voz de Édith Piaf repitiendo que no se arrepiente de nada: “je ne regrette rien”. Posiblemente el verso más popular del maestro sea aquel en que declara: “he cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer, no he sido feliz.” Y claro, Borges no se arrepiente de nada.
La película habla de culpa y como - en el mismo poema- del hijo que decepciona al padre. Por momentos, los parlamentos de la arquitecta contratada para diseñar laberintos (solo aprueba cuando dibuja uno circular, obvio), parecen charlas de psicología de café.
Pero dejemos por un momento a los que sueñan que sueñan. Chistopher Nolan también realiza otros “homenajes”: a la muy buena película de Michel Gondry y Charlie Kaufman, Eternal sunshine of the spotless mind (en eso de sacar o poner cosas en la mente de las personas mientras duermen), a las piruetas de Ethan Hunt, en Mission Impossible; o al James Bond de la saga 007, por ejemplo.
Después de toda esta mezcla rara de Museta y de Mimí, se preguntarán, ¿pero la peli, está buena? Si los sueños están poblados de casas y playas y ciudades, sin situaciones contradictorias, sexuales o surrealistas. Si en los sueños podemos incorporar policías que nos protegen a voluntad, con el entrenamiento necesario. Si la culpa nos paraliza, dentro de los sueños, y no nos deja ser un poco salvajes. Si los personajes te explican todo el tiempo lo que las imágenes muestran. Si el director se creyó que era el hacedor. Si Di Caprio hace de Di Caprio (pero en la última de Scorsese, La isla siniestra,( ¿se acuerdan, la del atormentado que veía todo el tiempo a la mujer y los hijos?). Si no lográs sacar buenas actuaciones de grandes actores. Si…
En el segundo sueño, dentro del primer sueño, Diego me mira de reojo, con cierta vergüenza ajena, por Nolan y su maltrato de las ideas del cuento original y me invita a ver Pink Flamingos. Mientras en la pantalla se suceden situaciones improbables, Raul, que nos sueña, disfruta de un retorcido mundo realmente onírico.

6 comentarios:

Diego Trerotola dijo...

Gracias, Franco, por convertirme en un personaje tan real en tu crítica-relato-onírico (¿O le debo agradecer a Raul por habernos soñado?). Impecable la relación con Las ruinas circulares, con La isla siniestra, etc. No sólo me inseminaste varias ideas, sino que me hiciste emocionar con el final (sé que esto es, en parte, por el amor que les tengo). No sólo coincido con tu posición sobre Nolan y Origen, sino que yo también me encontré (casualmente) con un grupo de osos de Buenos Aires (Max, Mónica y otros) el día que fui a ver la película.
Bueno, nada mejor que vivir en tus buenas ideas, ahí me siento cómodo.
Besos a ambos, dos osos soñados, dt

boris dijo...

hola franco, volviste por tus fueros y nada menos que con diego como musa y primer comentarista!!!!
Vaya par para inspirar fantasías cinéfilas, literarias, oníricas (y si, también de las otras)
Entre tanto, si el cine debiera pagar tributo a don Borges, la lista sería my larga, y las regalías pagarían la deuda externa con creces.
Me queda siemrpe la duda, ese poema "he cometido... " creo que no es de don Jorge Luis -tampoco merece serlo, suena más a berreteria new age y dista mucho literariamente del mundo borgeano -es pura opinión, aclaro
un gran abrazo

Osofranco dijo...

Diego querido,
gracias por pasar y estar siempre ahí.

Te queremos,
besos.

Osofranco dijo...

Boris, un poco me sentí impulasado por tu comentario a subir un post, y este me salió naturalmente.

Después de publicar este post, leí en una entrevista realizada a Nolan que dice que "toda su obra se inspira en Borges". Bueno, podría ponerlo en los créditos.

Sobre el poema, yo también dudé, porque hay un extenso texto apócrifo que circula por ahí.
Pero el verso que usé es del poema El remordimiento, del libro de poemas La moneda de hierro de 1976.
Te lo juro por Google que no me deja mentir!

Abrazo enorme.


El remordimiento



He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.

Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida

no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.



Aquí todo el libro:
http://sololiteratura.com/bor/borlamoneda.htm

Anónimo dijo...

Ok, Franco, gracias por aclarar (e ilustrar) yo habia leido uno parecido en su verso inicial que adjudican a borges, pero que luego sigue inmensamente berreta dieciendo algo como "si pudiera vivir nuevamente mi vida viajaría más liviano", frase que no puedo ni imaginarme en boca de nuestro principal escritor.
Además, entraba en confrontación con otro poema de Borges, 1960, del que ciertamente es autor, y que dice "ya no seré feliz, tal vez no importa, hay tantas otras cosas en el mundo, un instante cualquiera es más profundo y diverso que el mar" y no solía contradecirse de ese modo.
con afecto, boris

Osofranco dijo...

Sí Boris.
El falso poema de Borges circula como "Instantes".

Gran abrazo.