Dos
Ahora yo
viajo en un tren que ingresa a un túnel.
Los planos generales
muestran un paisaje bucólico.
Mucho verde. Montañas, lagos, cielos
límpidos.
El tren está muy lleno de
pasajeros. En el compartimiento en que estoy hay mucha gente.
En el siguiente
plano (recuerden el carácter cinematográfico de mis sueños) estoy
en un vagón-casino, jugando ruleta. Todo el mundo vestido tipo
película de James Bond: mucho esmoquin para ellos y vestido largo para ellas. Igual que en
el plano del compartimiento, hay demasiada gente. Todos con sus copas
de champaña en alto, para no derramarla al chocarse con los otros
pasajeros.
Entonces miro por la
ventanilla. El paisaje pasa veloz hasta que se detiene en un lago. El
plano entonces muestra desde el interior del tren en movimiento una
especie de isla que hay en el centro del lago. Sin cortes -al más
puro estilo Campanella, en la escena del estadio de El secreto de sus
ojos-el plano sale del tren y se va acercando a la isla.
De cerca, la tal
isla, no es tal. Son muchísimos animalitos unos encima de otros,
formando una montaña. La cámara se detiene y muestra en detalle a
los animales son una mezcla transgénica de chancho con conejo:
cuerpo y cara de chancho, orejas de conejo.
Yo me acerco
(¿flotando?) a ver esas criaturas dignas del Dr. Moreau y entonces
uno de los engendros, al más puro estilo de boa cerrada del
Principito, se traga a otro de los
engendros que estaba a su lado.
Por suerte, desperté.
To be continued…
2 comentarios:
muy buien soy de4 colombia topbull d
Gracias!
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